miércoles, 18 de marzo de 2009

Líos amorosos volumen 2009.01

Esta no ha sido la mejor semana. El viernes me robaron el iPod y ayer se me descompuso la compu. Como que el componente tecnológico de mi vida se está volviendo en mi contra.

Pero como no hay mal que por bien no venga, descubrí a alguien que me llama mucho la atención. En realidad este sentimiento no es nuevo, pero sí lo es el haberme dado cuenta de que resulta más intenso de lo que esperaba. Y es que la persona «afortunada» no se corresponde en lo absoluto con mi «patrón». Por lo general mi énfasis hacia una persona viene determinado por las facciones del rostro y, en esta oportunidad, son totalmente distintas a mis preferencias regulares.

Soy fanático de programas tales como ¡No te lo pongas! y ahí siempre hablan de las figuras con «forma de reloj» que hacen ver sexis a las mujeres. Pues nunca había entendido en qué consistía tal cosa hasta que un día de estos la vi con una camiseta que le ajustaba en el talle. Y es que no es solo eso: además, algo que me tiene loco es el abdomen. Es demasiado, demasiado plano; tanto que asusta (como diría Ana Bárbara: ♪ me asusta pero me gusta ♫ [¡ja, ja, ja, qué polo!]).

Habrá que ver en qué para todo esto porque por variar no sé de qué va el asunto. Por momentos, siento que me da bola, pero por otros no. De verdad creo que yo algo de culpa he de tener, puesto que a veces me hago el muy rogado. No es que juegue de pichota ni de rico, pero es que no quiero que piense que ando como desesperado detrás de ella (¿será el comportamiento correcto?).

En todo caso, me voy ya porque estoy en el brete y tengo la leve impresión de que debería estar trabajando en vez de metiendo entradas acá...

2 comentarios:

Marcela Matamoros dijo...

Diay, así pasa...a mi no me gustaban los gorditos hasta hace unos años, decía yo que sólo falcos tabla...y mi marido es un gruesito sabroso que amo y adoro. A veces el ideal que uno tiene es sólo eso, un ideal, pero podría estarse perdiendo de algo muy bueno. Esta bueno que abra su abanico de posibilidades, jeje, cuando a uno le gusta alguien le gusta y ya, hay que mandarse uno mismo a la mierda si piensa "ay es que no es de mi tipo". Saludos!

Evicted Aussie dijo...

Bueno, pues... ¡que me mando a la mierda! ¡Ja, ja, ja, gracias!