domingo, 28 de noviembre de 2010

Hándicap

Siempre recordaré el día que mis compañeras de colegio hicieron un ranquin con los hombres para averiguar quién sería el más "esposable" de todos. Resultó de este servidor y otro más quedaron empate en el primer lugar de esa justa. Las razones fundamentales -o al menos las que tuvieron más peso, según dijeron- fueron que ambos teníamos un futuro muy prometedor profesionalmente y que además éramos buenas personas.

Pues bien, mucha agua ha pasado por el puente desde entonces y creo que las cosas han cambiado. Por mi parte siento que eso del buen desempeño profesional se encuentra aún en veremos y lo de buena persona sigue ahí -aunque mi comportamiento raye a veces en la estupidez-.

De cualquier modo, estimo que en lo que respecta a relaciones no soy ni "esposable" o ni tan siquiera "contable". Anoche llegué a la conclusión de que padezco una extraña forma de minusvalía psicológica que me impide vincularme sentimentalmente con cualquier persona en un ámbito distinto a la amistad. Esta patología procura el sabotaje de todo posible encuentro romántico con acciones torpes y descuidadas que espantarían hasta a la misma Madre Teresa de Calcuta (si aún estuviera viva). Lo más patético de todo es que al pensarlo más en profundidad no es tan siquiera un asunto de noviazgos (aunque bien se circunscribe al proceso de cortejo, salidas nocturnas para ligar, etc.).

Me explico: anoche me fui solo a un bar con el único propósito de "liarme" con alguien. Llegué al sitio pasada las 11 p.m., que es un horario temprano para la vida nocturna barcelonesa. Prácticamente inauguré el local y así me lo dio a entender el hombre de la barra. Comencé el trago. En cuestión de minutos ya había más gente y entró mi víctima. Cruzamos miradas y quité mis múltiples abrigos de la silla contigua para que se sentara a mi lado. Lo hizo, proseguimos con el encuentro visual pero tan pronto entraron más personas su rostro se volteó y se fue para una mesa cercana para cumplir "a lo que vinimos".

-¡Vergación! -grité en mis adentros.

No dispuesto a dejarme vencer en la primera caída continué con la búsqueda. Para no hacer el cuento más largo, haré un fast forward a la parte que nos ocupa. Conseguí un número de teléfono y apenas logrado el cometido me llamaron unos compas para ir a celebrarle el cumpleaños a una amiga (eso lo tenía planeado desde el principio). Cogí mis cosas, me despedí y me fui para el metro. Una vez dentro de la estación me percaté que entre el desasosiego de la "conquista", el alcohol y la premura de esquivar al hombre que me venía siguiendo desde que salí del bar había dejado el celular en algún lugar que no recuerdo.

#EpicFail

domingo, 20 de junio de 2010

Carta a un padre ausente

¡Hola! ¿Cómo está?

Pensé que para hoy ya este tema del día del padre estaría superado. Pero veo que no. Ni hoy ni mañana y quizás el año que viene el asunto resurja. Digo, porque cada junio pasa igual.

La diferencia es que en la versión 2010 me voy a desahogar. No pretendo jugar de víctima ni inspirar la lástima de nadie. Mucho menos de usted. Porque, ¿sabe una cosa?, siento que todos los involucrados fuimos daños colaterales de las circunstancias.
La verdad es que esta fecha solo me gustaba cuando no sabía que yo era el único que no tenía la figura paterna. Pero cuando entré al kínder tuve que recurrir a mi tío para que fuera a la celebración. Por mí habría sido mejor no ir del todo. De cualquier manera, era obvio que la fiesta no era para gente en mi situación.

Luego vino la escuela. Como era católica fundamentalista no cabía en la mente de nadie por qué no tenía papá. Hasta que en mi infinita inocencia de niño se me ocurrió decir que usted había muerto en la guerra de Nicaragua. Recuerdo que esa tarde el teléfono de mi casa no paró de sonar. Eran los padres de mis compañeros quienes preguntaban si era verídica la historia que había compartido en clases. Mi mamá se lo tomó muy a la ligera porque a pesar de que tuvo que aclararle el embuste a 15 personas distintas -como mínimo- ni siquiera me regañó. Quizás en el fondo sabía que era muy incómodo para mí.



En la adolescencia tenía tantas otras cosas en qué pensar sobre mí mismo que ni me detuve a sentir nada sobre el festejo. Y creí que era una etapa superada. Pero como tengo esa manía de autoflagelarme cuando entré a la adultez empecé a sentirme culpable.

Culpable porque no me había esforzado por acercarme a usted. Culpable porque no lo quería. Culpable porque no era el hijo perfecto que todo padre quiere tener. Culpable porque no me parecía en nada a usted. Porque culpabilidad era y sigue siendo el único sentimiento que usted me inspira.

Lamento, pues, que tenga que contactarlo el día de hoy para importunarlo. Y me apena más que vaya a perturbarlo un día de estos para pedirle plata. Espero no se ofenda, pero ese es el único papel que usted ha jugado. Cuando estoy en aprietos financieros usted me salva la tanda. Sorry, de verdad: entre ser padre y dador de plata, usted escogió lo segundo. Ahora aguante.

Y tampoco es que lo moleste tanto. La última vez que le pedí algo fue hace como 3 o 4 años. Y dar plata cada muerte de obispo es un negociazo. Digo, porque nunca tuvo que preocuparse por la mensualidad del cole o la escuela o de pagar los recibos al doctor cuando me enfermaba. O sea, ni buen proveedor salió. ¡Pucha, mae, usted no pegó ni una conmigo!

Mi mamá dice que es mejor así. De esa forma no tengo nada que deberle a usted. Pero la necesidad tiene cara de perro.

PD: Solo espero que no sea tan carebarro que al final me meta pensión para que lo mantenga cuando esté anciano. Seamos sinceros: usted NO se lo merece.

miércoles, 3 de marzo de 2010

WTF?!?!

Tal parece como que ahora Féisbuc me dice que fotos puedo ver y cuáles no:



Lo raro es que no era porno ni nada :P

domingo, 28 de febrero de 2010

Tome su ficha

A veces pienso que la vida es como una sala de espera donde cada cual tiene un grupo de fichas que van llamando cuando el momento es el indicado.

Pero no creo que sea algo inexorable. El Destino puede ser cambiado según nuestras acciones o necesidades. En muchas ocasiones hay números que ni sabemos que nos tocan pero cuando llega el turno nos ponemos de pie y seguimos este llamado. En otras, intercambiamos los papelitos con quién sabe quién (a lo mejor con personas que encontramos en nuestro camino) y traslapamos nuestras existencias.

El hecho es que ayer asistí al Evento 40 en el estadio Cuti Monge de Desamparados (nada más y nada menos que la "casa del Brujas"). Iba con la idea de ver en vivo y en directo a Chenoa. He sido su seguidor desde el 2001 cuando participaba en la primera edición del concurso Operación Triunfo en España.

Bueno, ¿qué puedo decir? Algunos quieren ver a Sabina, yo quería verla a ella. No se hable más.

Continuando con la historia, fueron 9 años de larga espera para que mi sueño se hiciera realidad. No voy a empezar a decir playadas como que era la mujer más linda del planeta, que cantó como lo ángeles ni nada de esas mierdas. Me limitaré a mencionar que satisfizo todas mis expectativas y me llenó el alma de satisfacción al saber que ya podía tachar una cosa más de mi lista de cosas que hacer antes de morir. Ahora la siguiente es conseguir un beso, un abrazo y un autógrafo de la argentino-española.

Lo que más me llama la atención; no obstante, es que todo se dio de manera esporádica pero como programado en un plan divino. Una amiga consiguió las entradas en el trabajo y me lanzó la propuesta casi que a modo de broma. Yo quise ir desde que supe que Chenoa iba a estar allá pero como no había nadie que me acompañara no pensaba ir. Coincidimos, acordamos y fuimos.

Valga destacar que estoy que no me cambio por nadie... por añadidura, escuché a Jesse y Joy quienes, a mi parecer, ofrecieron el mejor concierto del día y el público se los agradeció coreando todas sus interpretaciones con enorme complicidad.

Ya ven que Dios trabaja de maneras misteriosas y el día de hoy solo he podido pensar en esta canción. Así que aquí la dejo por si alguien la quiere escuchar y de paso endulzarse la vida.

domingo, 21 de febrero de 2010

¿No que no, vieja farisea?

A propósito de mi entrada anterior, urgando por los confines del You Tube me encontré con esta joya que servirá para la prosperidad:



Lo vacilón es que en el intermedio la presidente electa olvidó uno de los grandes fundamentos de todo buen cristiano, esto es, el octavo mandamiento que reza: "no levantarás falsos testimonios ni mentirás".

¿Cómo era: "firme y honesta"? ¡No lo creo!

viernes, 19 de febrero de 2010

Gotitas del Evangelio

En el Evangelio de san Mateo 5:6 que dice así: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Yo me pregunto entonces cuándo se aprobará la ley de Sociedades de Convivencia.

Y felicidades a todos los que jugaron de "progres" votando por una mujer (la hija predilecta de María (sic))para presidente.

¡Qué asco de país!

viernes, 12 de febrero de 2010

¡Quiero llorar!


Cada vez que me siento a hacer la tesis me invade un gran desasosiego que me quita la paz y me deja un terrible dolor de espalda.

He pasado toda la tarde tratando de hacer algo y pese a que he avanzado, me comuniqué con una muchacha que sabe de la materia pero todo apunta a que habrá de rehacer todo de nuevo (ya perdí la cuenta de las veces que he reformulado ese maldito anteproyecto).

Tengo la enorme tentación de dejar todo botado. Y cuando digo todo no me refiero solo a la tesis.
Creo que necesito de nuevo pastillas de la felicidad.

Y es que esta semana ha sido tan mierda... el domingo 7 habla por sí solo y el domingo entrante es 14 de febrero. Ergo, lo que mal empieza mal acaba. De nuevo estoy solo en una fecha tan "especial". Esto me pone tan de mal humor que no me apetece ni buscar fuck buddies para sacarme las ganas.

Ah, bueno... para terminarla de hacer me di cuenta que unos ex-compañeros de la U andaban en una actividad en agosto del año pasado en la cual conocieron al amor de mi vida que yo no he conocido aún (esto podría ser lo único que me hiciera sentir mejor).


sábado, 6 de febrero de 2010

Domingo 7 y la Guerra de las Galaxias

«La ira, el miedo y la violencia son el lado oscuro. Veloces llegarán cuando luchés. Si incluso una sola vez te embarcás en el camino oscuro para siempre dominará tu destino. Te consumirá como consumió al aprendiz de Obi-Wan».
- Yoda.

Solo espero que hoy nuestro país se libre de tanto Sith.

lunes, 1 de febrero de 2010

Había una vez un barco chiquitito...

... ¡Y los víveres, y los víveres y los víveres comenzaron a escasear!...



Lo que no entiendo es cómo hay gente que ve semejante historial de porquería y aún así sigue votando por la misma escoria de siempre.

Si alguno lo sabe, por favor que me aclare este acertijo.

viernes, 29 de enero de 2010

Némesis

El destino nos hizo encontrarnos. Vi sus ojos temerosos pero su malicia en el alma y supe que delante de mí había un agazapado. Coincidimos en un curso libre que no dejó conocimientos mas sí gratas experiencias y momentos increíbles en compañía de personas geniales. No éramos del mismo grupo y el único día que fui a su clase no estuvo allí.

Siempre he dicho que la gente cae mal o aburre. Y creí que en su caso sería lo segundo.

Gracias a los cotilleos entre pasillos me enteré que estudiaba mi carrera solo que iba en primer año. “¡Gran cosa!”, pensé.

Más tarde supe que era amigo de un conocido y que se llevaban muy bien. Siempre quise tener amistad con este otro porque me parecía un tipo pura vida y cool. Nunca lo intenté por jugar de interesante y para no parecer sobrado.

A raíz de esta amistad, el susodicho logró hacerse con uno de los puestos que siempre quise cuando estaba en la U. Nunca lo intenté porque daba por sentado el fracaso y porque, sinceramente, no me sentía apto para la tarea.

Así, poco a poco y sin darme cuenta el carajillo se fue colando entre mi círculo social. De la noche a la mañana se fue incorporando con uno, con la otra y también otro más.

Creo que llegué a enterarme cuando era muy tarde. No fue sino hasta que lo vi en una cita con quien considero el amor de mi vida. Saltó entonces la pregunta: ¿quién es este mocoso que se da la atribución de mortificarme y meterse en mis asuntos sin yo habérselo pedido?

OK, estamos en un país “libre” y cada cual puede relacionarse con quien le venga en gana, en eso estamos de acuerdo. Pero, ¿por qué coños donde sea que convengamos logra todo aquello que yo alguna vez me propuse?

A lo mejor es por esto que me repugna tanto. Y quizás sea su aventamiento lo que a mí me faltó para ser como él. Y tal vez mi juventud deslucida resiente no haber sido tan esplendorosa como la que él parece tener.

Lo más irónico de todo es que nunca le he dirigido la palabra. Sé su nombre y pare de contar. Reconozco, no obstante, que dondequiera que vaya será mejor que yo y no puedo sino sentirme apocado ante su presencia. Sí, qué patético... ¡sometido por un escuincle!

A veces cuando recapacito me cuestiono si quizás al hablarle pueda romper este karma, esta broma que el destino me gasta cada vez que nos encontramos. Porque de todas maneras estaría bien seguir aquel consejo de: keep your friends close and your enemies closer.

domingo, 24 de enero de 2010

Un imbécil sí y sí...

Quiero dedicarle esto a un hombre muy especial a quien le faltan muchas cromosomas y le sobran muchas deficiencias.


Aunque salga alguien con vituperios, creyéndose sabio o con el mínimo de inteligencia y escribiendo no con el cerebro sino con la otra cabeza o glande, aseguro y doy fe que José Moreno Gómez es el mentecato más pelele en la historia costarricense. No me gustan los hombres que se hacen pasar por humanos cuando no son más que escoria del mundo.

Es más, detrás de cada insensato de gran envergadura hay una infancia muy triste y una mente atrofiada que no logra ver que las grandes e importantes decisiones en la historia de una tribu, de un grupo, de una comunidad o de una nación han sido y serán llevadas a término por hombres y mujeres en porcentajes de 50% cada cual. Esa es y será la imagen correcta de las cosas aún cuando haya retardados que crean que el Sol, los planetas y las constelaciones giran alrededor de la Tierra.

¡Los hombres así debieron haber nacido mudos o sin lengua para no esparcir su ignorancia por el mundo!

jueves, 21 de enero de 2010

Mejor solo que mal acompañado

Le preguntaba emocionado a todo el mundo: ¿Vamos al concierto del sábado?

Previo a alguna respuesta, en las caras de dibujaban gestos de incredulidad o de "¿me está vacilando!". Pero mi rostro de emoción y la mirada fija segundos después demostraba lo contrario.

La réplica siempre era la misma: "No". Así fue desde el primer día hasta el último. La disyuntiva fue fácil: iba solo o no iba.

Finalmente decidí irme solo. Llegué y me encontré a una ex compañera del cole. No me sentí muy a gusto y me fui a comprar algo de tomar. Cuando después del 20 minutos logré hacerme con el trago, vi en un sitio estratégico a una conocida a quien estimo mucho (pese a que es católica empedernida y liberacionista).

Y como a los tontos ni Dios los quiere, me aproveché de las circunstancias y me colé. Me presentó al novio, les ofreció un par de sonrisas, me hice el ruso y ahí me quedé.

Fue así como pude disfrutar de un brevísimo pero perreador concierto de El Patrón en las fiestas de Palmares 2010.