miércoles, 1 de abril de 2009

Y como dice El General…

… No me trates no / ¡no me trates de engañar!

Soy uno de los mayor detractores del BAC San José que hay en el país. Primero que todo, me parece que tiene un sistema de cobro por demás antojadizo y estúpido. Si uno saca menos de 100 pesos de la cuenta, le cobran un recargo por Dios sabrá que motivo; si es superior a una cantidad que no recuerdo, también hay penalidad. En segundo término, poseen un servicio de atención al cliente que apesta como paloma muerta por intoxicación con agroquímicos.

Pero como al que no quiere caldo, dos tazas; en todos los lugares donde he trabajado (y me han pagado) las transacciones se realizan mediante esta institución bancaria. Y dio la casualidad que hace poco me dieron una tarjeta nueva. Un par de días más tarde, me voy para el cajero y (usando la contraseña que ellos me facilitator) el toche aparatejo no funcionó.

Por diversas razones, acabé yendo a la sucursal del mall San Pedro ayer. Llegué, hice la fila como cualquier otro cristiano y surgió la siguiente conversación:

Yo: ¡Hola, señor! ¿Cómo está? Mire, es que mi tarjeta no me sirve y necesito hacer un retiro.
Cajero: Claro, con mucho gusto. Dígame, ¿cuánto desea sacar?
Yo: Diay, no sé… ¿cuál es mi saldo?
Cajero: No puedo ver su saldo en mi sistema.
Yo: Pero ya le dije que mi tarjeta no sirve; entonces ni sé cuánta plata hay en la cuenta.
Cajero: Diay, entonces no le puedo ayudar.
Yo: ¿Y ustedes no podrían darme una contraseña nueva?
Cajero: No, tiene que ir a una sucursal bancaria.
Yo: ¿Esto no es una sucursal?
Cajero: No, esto es una (… no me acuerdo qué dijo acá).
Yo: Entonces dígame dónde hay una sucursal.
Cajero: Diay, yo le puedo decir, pero es que hoy a esta hora ya todas están cerradas.
Yo: ¿Quiere decir que no me puede ayudar?
Cajero: Sí le puedo ayudar, si me dice cuánto quiere que le saque de la cuenta.
Yo (con toda la chicha del mundo y en tono sarcástico): No, ¡muchas gracias!

Lo más vacilón de todo fue que cuando iba saliendo me dice el guarda:

--- Mire, muchacho, vaya meta la tarjeta en el cajero, le da el PIN que le dimos y de seguido selecciona la opción de “cambiar contraseña”. Introduzca una contraseña nueva y luego la repite. ¡Va a ver cómo le sirve!

Y de verdad. El truco de don guarda sirvió de maravillas, pude ver mi saldo y sacar justamente lo que necesitaba.


… Tú eres mi mamita rica y apretadita

En eso me voy para el BCR a depositar los fondos de la quincena y cuando estaba por los cines me encontré una amiga. Iba para el cumpleaños de un conocido y le andaba buscando un regalo. Decidí acompañarla y al final le compró una de estas bandas de paño para las muñecas (como las que usan los jugadores de tenis) con un reloj. Estaban bastante originales y a mí me parecieron muy cool.

En eso que salimos, ella esperaba a una muchacha que la iba a acompañar al agasajo y pasó este pedazo de mujer... Yo que me quedé viéndola porque estaba muy rica y en eso empecé a cantar entre dientes:

--- Y como dice El General: tú eres mi mamita rica y apretadita... Mamita, mamita rica y apredita.

A lo que me responde mi interlocutora riéndose ante mi ocurrencia:

--- Mae, ¡qué jeta! A pesar de la cara de zorra que tiene, no puedo negar que esa canción le va excelentemente a esa doña.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja... este post puede denominarse "arroz con mango" jajaja. Pero me reí mucho... yo tb detesto al BAC... pero detesto aun mas a Citi, con todas mis fuerzas.

Marcela Matamoros dijo...

Yo del BCR no me quedjo, aunque tiene sus varas me han dado atencion decente. Del BAC no conozco, pero eso sí, cuidado con el BN porque apesta incrèiblemente...

Evicted Aussie dijo...

Bueno, Juan.Pablo, en algún momento haré un comentario con ese nombre, ¿vale?

Y me alegra que le haya gustado el comentario.

Sí, Mujer de Maíz, el BN no solo es "el banco" sino que además siempre tiene "la fila".