domingo, 21 de febrero de 2010

¿No que no, vieja farisea?

A propósito de mi entrada anterior, urgando por los confines del You Tube me encontré con esta joya que servirá para la prosperidad:



Lo vacilón es que en el intermedio la presidente electa olvidó uno de los grandes fundamentos de todo buen cristiano, esto es, el octavo mandamiento que reza: "no levantarás falsos testimonios ni mentirás".

¿Cómo era: "firme y honesta"? ¡No lo creo!

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