jueves, 21 de enero de 2010

Mejor solo que mal acompañado

Le preguntaba emocionado a todo el mundo: ¿Vamos al concierto del sábado?

Previo a alguna respuesta, en las caras de dibujaban gestos de incredulidad o de "¿me está vacilando!". Pero mi rostro de emoción y la mirada fija segundos después demostraba lo contrario.

La réplica siempre era la misma: "No". Así fue desde el primer día hasta el último. La disyuntiva fue fácil: iba solo o no iba.

Finalmente decidí irme solo. Llegué y me encontré a una ex compañera del cole. No me sentí muy a gusto y me fui a comprar algo de tomar. Cuando después del 20 minutos logré hacerme con el trago, vi en un sitio estratégico a una conocida a quien estimo mucho (pese a que es católica empedernida y liberacionista).

Y como a los tontos ni Dios los quiere, me aproveché de las circunstancias y me colé. Me presentó al novio, les ofreció un par de sonrisas, me hice el ruso y ahí me quedé.

Fue así como pude disfrutar de un brevísimo pero perreador concierto de El Patrón en las fiestas de Palmares 2010.

No hay comentarios: