domingo, 28 de diciembre de 2008

Soy un guerrero de Dios

Durante mucho tiempo, he vivido engañado en las tinieblas. Me alejé de las enseñanzas de Jesucristo nuestro Señor y me esforcé en pecar incesantemente.

Sin embargo, tuve una experiencia a través de la televisión recientemente que me marcó de forma positiva y creo que, de hoy en adelante, podré enderezar mi vida.

No puedo sino agradecer a esta digna representante de la Santa Iglesia Católica de convencerme con su vida y comportamiento irreprochable para reformar mis costumbres y para ser yo también en el futuro una guía de espiritualidad y salvación a las almas perdidas. La señora a la que me refiero nos ha hecho reflexionar a muchos sobre las consecuencias de nuestros actos y en especial a ser 100% congruentes entre el decir y el hacer.

Pero ya basta de halagos y palabras vacías. Considero imprescindible que ustedes también tomen nota de esta esposa y madre abnegada no solo por su familia sino además por todos aquellos desconocidos que, como yo, vivimos sujetos a los placeres de la carne y a la condenación de nuestro espíritu. Por ende, les paso el video que me cambió la vida, a esperas de que haga lo propio en sus casos personales.











Por cierto y antes de que se me olvide... ¡feliz día de los inocentes!

PD: ¿Vieron la cara de enfermísima mental que tiene esa doña? ¡Qué miedo! (luego me preguntan por qué le temo a los cristianos fundamentalistas...)

sábado, 27 de diciembre de 2008

La navidad 2008 según Andrés

El martes cruzaba la calle que va del lado del Teatro Nacional, mientras me dirigía hacia la Plaza de la Cultura. Lo primero que noté al pasar fue el portal tan hermoso y me pregunté si habrían dado con las imágenes españolas originales que fueron robadas el año anterior.

Proseguí con las paradas de San Pedro en la mente y mi introspección fue interrumpida por la voz en grito del señor que anuncia el final de los tiempos, razón por la cual debemos pedir misericordia de Dios y confiar en Jesucristo. Al tornear la cabeza para ver mi camino, descubrí a la pareja de novios llena de patetismo, en la cual no se sabe a ciencia cierta cuál de los 2 es más feo pero que igual siguen juntos porque «peor es nada».

Continué y me tropecé con el bebé que intenta en vano de coger una paloma, uno de tantos pájaros que interrumpen el paso apurado de los peatones que por ahí paseamos. Vi un claro en media multitud justo frente a McDonald’s, exactamente al lado de unos maes que disfrutaban de un helado.

Caminé, corrí y hasta troté para llegar a la fila de San Pedro, donde precisamente estaba el autobús de Carmiol de tercero. Me senté de forma paciente a esperas de que arrancara y me llevase a mi destino. Pasaron los minutos y noté algo peculiar: los carros en vez de ir al frente lo hacían en reversa e incluso los buses que estaban adelante del nuestro caminaban un poco y hacían lo propio.

Y no era que estaba loco, sino que había algo que impedía el paso. Fuimos a dar una gran vuelta pero al final no supimos qué sucedió, puesto que al regresar a nuestra ruta todo parecía normal.

Más tarde fui a comerme algo a Café Mundo... ¡las mejores crepas de fresa del mundo! (soy Andrés y apruebo este mensaje).

Posteriormente, fui de nuevo a tomarme algo con unos amigos a Cafeteando en Multiplaza del Este.

Al día siguiente, me desperté tarde porque no abrían el gimnasio y no tenía nada que hacer. La jornada transcurrió sin mayor sobresalto hasta eso de las 6 de la tarde, cuando mis primos empezaron a llegar para la celebración de la cena navideña. Como de costumbre, hablamos de temas sin importancia y de una que otra historia del momento. Hicimos énfasis en «bebé», una persona (que no se sabe si es hombre o mujer) que le manda mensajes a mi prima siempre terminados en esa palabra. Para las 10:30 p.m., ya todos estábamos hartos y decidimos hacer cosas más interesantes. Unos quisieron dormir, otros arreglar el desorden y los otros acompañar a algunos a sus casas (¡vaya espíritu navideño, ah?).

A la mañana siguiente, nos despertamos con una sonrisa en el rostro deseando una feliz navidad a los demás. Punto.

Pero en realidad yo no lo sentí. Digo, ni siquiera escuché un villancico en todo diciembre y me dediqué a hacer no sé qué cosas las cuales me impidieron sentir la emoción que me caracteriza durante estas fechas. Es bastante raro, porque fueron y pasaron pero yo ni me percaté.

Lo peor del caso es que mi tiempo favorito del año es justamente este, un espacio que espero con ansias durante los 12 meses y que, al menos este 2008, es como si no hubiera existido. Siento como si todo este tiempo hubiese sido un sueño y yo no me he despertado.

Así las cosas, me pregunto si esto le sucedió a muchos o, como es costumbre, me pasó solo a mí...

lunes, 22 de diciembre de 2008

Que trata de la conversación telefónica sobre la «cibercita»

Anoche llamé a mi «cibercita» para ver qué tal andaba. El martes pasado habíamos quedado en vernos, pero no habíamos concretado ni el lugar ni la hora.

La cuestión es que en medio de nuestra conversación, de improviso, surgió un comentario que me dejó helado.

– Vieras que la vieja del lugar de las hamburguesas me cayó mal.

– ¿Quién, la muchacha que me atendió?

– No, no, la que llegó cuando usted estaba comiendo.

– ¿Cómo así?, si ni siquiera nos alzó a ver (yo por dentro: estaba riquísima).

– Tal vez a usted no, pero desde que llegó, a mí solo hacerme caras.

– ¡Claro que no!, si usted hasta de espaldas estaba (por dicha usted no se dio cuenta que yo estuve atento en todo instante de lo que muchacha hacía... sobre todo esos ojos tan bonitos, con movimientos picarones... ¡ahhhh...! ¿volveré a verla?).

– Ay, no sé, tal vez sea ilusión mía, pero me cayó mal de todas formas.

– ¡Qué varas las suyas! (y qué varas las mías, habérmela encontrado a ella hasta ese día, y tras de todo con aminovio/familar/lo que fuera...).


¡Así es la vida!

miércoles, 17 de diciembre de 2008

De lo que le sucedió a Andrés cuando acudió a una «cibercita»

Ayer tuve una cita, digamos.

Toqué fondo, por decirlo de alguna manera. Cuando pensaba que había llegado al más alto nivel de patetismo, superé mi marca.

Toda mi vida critiqué a la gente que arreglaba encuentros por internet pues me parecía demasiado perdedor (a no ser que se buscara como acostarse con alguien, cuando el adjetivo cambiaba a «peligroso»). El hecho es que resultó mucho mejor de lo que pensaba. La persona en cuestión terminó siendo una muy grata compañía. Fuimos al cine a ver la peor película que yo haya visto desde el martirio que fue Otoño en Nueva York: una tragicomedia titulada Buscando a Amanda. Luego de las disculpas del caso por tan importuna elección, nos dirigimos a comernos algo. Yo sabía de un restaurante con sabor a pubertad que iría muy bien con mi acompañante, que tenía un rostro de adolescente y una conversación cargada de inocencia.

Hasta ahí todo bien.

Sin embargo, cuando iba a medio camino de mi hamburguesa de dos pisos, llegó otra pareja al local. Era dos chiquillos de no más de 20 años (considerando lo ciego que soy, probablemente eran colegiales), nada del otro mundo, así que ni les presté atención.

Seguí en lo mío y de repente el mocoso se fue a sentar en la mesa de adelante, dándome la espalda. La niña se quedó pagando en la caja. Habiendo hecho esto, fue a sentarse de frente a su amigo/novio/familiar/lo que sea, por lo cual quedó de frente a mí.

Como dije antes, al ver de reojo a los dos culicagados tan «comunes» continué mi conversación sin retrasarme a observarlos con detenimiento. Pero en cierto momento, noté las facciones de la joven y me quedé prendidísimo. ¡Dios mío, era una muñeca! La cosa es que yo tengo algo por los rasgos estilo mediterráneo, especialmente por los que tienen un aire italiano. La señorita me recordó a alguna modelo o conductora que no supe concretar, quizás tenía un cierto parecido con Anna Tatangelo. A partir de entonces no pude dejar de mirarla.

Al notar mi estupefacción –que fijo era BASTANTE evidente– la joven empezó a hacer esas cosas que hacen las mujeres y que lo dejan a uno confundido (en especial cuando uno está en su cita)... fue lo más incómodo del mundo; yo ni sabía cómo reaccionar. De repente, estaba en un programa de estos de MTV al mejor estilo de Next solo que observando de primera mano a la siguiente concursante y deseando pronunciar las palabras mágicas para iniciar la segunda etapa.

Pero nada pasó, obviamente. Me sentí medio mal con la cita inicial por ese desliz (¿será que se dio cuenta?) y, además, no podía realizar ninguna jugada sin conocer de antemano si el mae con el que la otra andaba era su novio o en qué plan marchaban.

Posteriormente, continué con mis aspiraciones preliminares y la número 1 fue estuvo bien. Nos fuimos a tomar algo y luego nos encaminamos rumbo a su parada de bus, para luego yo hacer lo propio. En el ínterin, departimos de manera típica en estas circunstancias. Claro, que al final no logramos determinar si aquella tarde-noche podría clasificarse como nuestra «primera cita» ya que los dos éramos nuevos en estos «ciberencuentros» y desconocíamos el protocolo pertinente. Igual quedamos en vernos en otra oportunidad.

En todo caso, el asunto acá es que hoy me desperté y no le logrado quitarme de la cabeza la imagen de la chica del restaurante. Siento un remordimiento de conciencia terrible, pero es que en temas del corazón, la razón no entiende.

Aclaración

Me han comentado que pese al título de mi blog, la mayoría de las historias terminan siendo más de otro corte que de índole personal, así que hoy decidí darle un giro al asunto. Intentaré en el futuro de adecuar mis contenidos al título, aunque ello signifique posiblemente una mengua en el número de posts que haga de hoy en adelante.

viernes, 12 de diciembre de 2008

¡Amo a Claudia Barrionuevo!

Me enloquecen las mujeres bellas e inteligentes, sobre todo porque tengo el prejuicio que puede haber una u otra, pero no ambas al mismo tiempo.

Y cuando a esto se le añade un toque de perspicacia y capacidad de expresión... a ver, Diosito, ¡mandame una!

El asunto es que gracias a Cristian Cambronero en su Fusil de Chispas encontré este comentario de la señorita Claudio Barrionuevo.

Debo admitir, sin temor a la vergüenza pública a la que me puede someter la interné, que de hoy en adelante seré un «claudista» o un «barrionuevista», ¡como ella desee llamarse!

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Así nos ven en el mundo

No es que me alegre del todo por esta noticia, pero sí debo admitir que es momento que tanto en el exterior como a lo interno del país todos nos vayamos dando cuenta que la Suiza centroamericana está haciendo agua y esto me manifiesta con especial intensidad en el trato hacia minorías vulnerables.

La siguiente nota la encontré en Yahoo! Noticias, en la página de inicio de mi correo electrónico el día de hoy. Deja mucho para reflexionar...

Aseguran que en Costa Rica se violan los derechos de poblaciones vulnerables


San José, 10 dic (EFE).- Una veintena de organizaciones no gubernamentales presentó hoy un informe en el que se alerta que en Costa Rica se violan los derechos humanos de poblaciones vulnerables como los indígenas, homosexuales, inmigrantes y personas pobres.

El "Informe sobre la situación de los Derechos Humanos en Costa Rica", presentado en el marco del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, fue elaborado con datos y "sensaciones" de 23 organizaciones de la sociedad civil.

Rubén Chacón, representante de la Iglesia Luterana, una de las organizaciones que participaron, comentó en conferencia de prensa que "en Costa Rica existe una violación sistemática a través de los años de los derechos humanos de poblaciones vulnerables".

"El problema es muy serio en acceso a justicia, discriminación y negación de aplicar los derechos constitucionales", afirmó Chacón, quien aseguró que el Estado costarricense tiene legislación "extraordinaria" para tutelar los derechos humanos, pero que no se aplica.

Entre las principales violaciones, según el estudio, se destaca la homofobia y xenofobia, focos de racismo y la poca atención que tienen las personas pobres e indígenas.

El informe indica que el Gobierno firma convenios internacionales y gana reconocimiento mundial, pero que a lo interno no elabora políticas públicas que garanticen el cumplimiento de esos convenios.

Por ejemplo, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo acerca de la autonomía de pueblos indígenas no cuenta con la ley necesaria para su plena ejecución en el país, ya que está estancada en el Congreso desde hace más de 10 años.

Entre los mayores problemas que viven los pueblos indígenas están la pérdida de tierras y el abandono de sus comunidades debido a la pobreza, falta de trabajo, salud y educación.

Las organizaciones también critican que el Gobierno aún no haya ratificado un convenio internacional sobre personas inmigrantes y sus familias, quienes, afirman, sufren discriminación y tienen limitaciones para el acceso a la salud y educación.

Sobre las personas homosexuales y transexuales, el informe indica que existe discriminación hacia ellos, agresiones físicas e incluso políticas de despido en algunas empresas privadas debido únicamente a su orientación sexual.

Según las organizaciones, estas personas no acuden a las instancias judiciales a denunciar estos hechos debido a que temen ser discriminados

También critican el atraso y la fuerte oposición a un proyecto de ley que se estudia en el Congreso las uniones civiles entre parejas homosexuales.

Otros problemas denunciados en la investigación son los focos de racismo contra los negros, los abusos policiales, el seguimiento policial de dirigentes estudiantiles y los pocos avances en el combate a la explotación sexual de niños y adolescentes.

Algunas de las organizaciones que participaron en este informe son el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), la Comisión Costarricense de Derechos Humanos, Alianza por tus Derechos, Movimiento Diversidad y la Fundación para la Defensa de los Derechos Humanos en Centroamérica.

Ninguna institución estatal consultada por Efe ha emitido reacción alguna sobre el contenido del informe.

EFE

lunes, 8 de diciembre de 2008

¡Tenemos a una cita!

El próximo domingo 18 de enero, el partido «socialdemócrata» costarricense, Liberación Nacional, estará realizando sus elecciones internas. A través de este medio y posteriormente mediante otros, estaré recordándoselos continuamente de hoy en adelante, con el propósito de que por favor no olviden ir a votar.

Sé que para aquellos que me conocen será muy extraña mi solicitud, así que permítanme explicarles. Tengo una aversión casi patológica hacia los partidos políticos en general, la que en realidad es provocada por la repugnancia por sus representantes en particular. Sin embargo, estoy plenamente consciente de las reglas del juego en Costa Rica y reconozco que ningún cambio se gestará a menos que sea por esta vía.

Así pues, tomando en consideración los hechos acaecidos en las dos últimas elecciones en el ámbito nacional, he llegado a la conclusión que es hora de emplear los mecanismos proselitistas en contra de sus promotores. No creo que nuestro país pueda permitirse el nombramiento de Laura Chinchilla como candidata verdiblanca, por el simple hecho que, de ser así, sería escogida como Presidenta de la República para «calentarle el puesto» a Rodrigo Arias hasta el 2014.

A mi parecer, 12 años de políticas aristas llevarían a Tiquicia al descalabro en todos los sectores del quehacer cotidiano, pues estimularía la venta de todo lo negociable (recuérdense el secretismo en la ruptura de relaciones con Taiwán, los bonos chinos, la minería en Crucitas, la privatización solapada de instituciones estatales y un largo etcétera; todo con millones de por medio para quién sabe quiénes [bueno, yo tengo mis sospechas...]). Por ende, es casi una obligación de todo aquel que crea en un modelo de desarrollo inclusivo y verdaderamente solidario evitar esta desgracia.

No les voy a proponer un candidato para elegir, pero si les interesa mi punto de vista, pienso que el más conveniente sería Carlos F. Echeverría puesto que tendría cero posibilidades de ganar.

Pero no crean que mis intenciones se limitan a la bancada «socialdemócrata». Solicitaría lo mismo en las demás agrupaciones, en especial en la putrefacta Unidad Social Cristiana, mas es evidente que Calderón es el candidato sin necesidad de internas. De igual manera, insto a hacer lo propio en Acción Ciudadana, Movimiento Libertario y hasta en mis «favoritos»: Restauración Nacional y Accesibilidad Sin Exclusión (Aplican Restricciones).

Bueno, el plato está servido. Dejo la idea guindando en la red para quien desee tomarse un aperitivo...

sábado, 6 de diciembre de 2008

De pequeños vamos a grandes

Ayer por la tarde fui a recoger mi expediente escolar del sitio donde hice la primaria. Y aunque ya no estoy de acuerdo con la forma en que «me enseñaron», sí puedo decir que recuerdo esa etapa de mi vida con mucho cariño y nostalgia, pues llegan a mi mente muchos grandes momentos.

Sobresale el hecho que la mayoría de informes anecdóticos está escrita a máquina (gracias, me estoy haciendo viejo) y las hojas bastante oxidadas, al punto que todas están de color beige y la primera que se introdujo, café.

El caso es que traigo esto a colación pues descubrí en las notas de mis maestros apreciaciones por demás interesantes, que no solo marcaron mi adolescencia sino además el resto de mis días. Todo ello me resulta gracioso, pues jamás hubiera pensado que aspectos del carácter propios de la infancia se traslaparan de manera tan amplia a la adultez (que no al adulterio).

Por ejemplo, ya desde segundo grado la niña Paóla (así lo escribe ella), advertía que «(...) sí es importante insistir con él aspectos de sociabilidad, pues sí presenta dificultad al realizar trabajos en subgrupos; ya sea porque los quiere realizar preferiblemente sólo (sic) o porque se adelanta», sobre todo porque «no le gusta ser molestado mientras trabaja, pues es un niño que se concentra mucho en lo que hace».

Un ciclo lectivo después, se me señalaba como «hablantín y gritón», cualidades que tengo hasta nuestros días. Además, detestaba a la maestra. Recuerdo que odiaba ir a clases con ella, que era un martirio verla, en especial porque me vivía recriminando todo lo que hacía. Todavía hoy la veo y siento la mala vibra. Ella decía que Andrés «presenta algunas características que, no es que sean negativas, pero podrían afectar en un futuro su desarrollo, por ejemplo no gusta de las actividades que generalmente agradan a los niños varones de su edad (deporte y juegos) y es extremadamente asqueroso». Lo cual era cierto pero, irónicamente, creo que en la actualidad soy de las personas que más hace ejercicio, pues voy al gimnasio tanto como me sea posible en rutinas no menores a hora y media. Aunque detesto admitirlo, ella tenía razón: mi aversión hacia la actividad física hizo de mi adolescencia un infierno y aún hoy mi época del colegio la considero como la peor etapa de mi vida.

Pero no todo era malo, pues siempre destaqué en las calificaciones. Las expresiones «el rendimiento académico de Andrés es excelente. Es un niño muy esforzado, responsable, atento e inteligente», «cuida mucho su presentación personal y lo que a él concierne», «sus trabajos extra clase manifiestan preocupación, esfuerzo y perseverancia por alcanzar lo mejor en todo lo que se refiere a la labor escolar», entre otras; fueron la constante.

Unos puntos de vista vertidos por mi profesor de sexto grado me dejaron helado:
«En relación a su comportamiento en clase, debo manifestar que cuestiono su inusual interés por la música y el baile.
Fundamento mi cuestionamiento en que considero que ello puede afectar su vida como niño, al no permitirle continuar con sus aficiones positivas como son la lectura, hobbies positivos y otros. (¿qué coños!, ¿desde cuándo bailar se había convertido en pecado capital?... muchas gracias, don Didier, quizás por eso nunca me convertí en el virtuoso de la danza que a lo mejor pude ser [lo más gracioso de todo es que al día de hoy no sé pero ni los pasos básicos de salsa]).
(...) Me permito recomendar a sus padres una mayor vigilancia en relación a sus intereses y una mayor apertura al diálogo a fin de conocer las verdaderas razones de su comportamiento».

En fin, ¿qué se podía esperar de una escuela católica fundamentalista? O sea, reconozco que muchas de las cosas que ahí se dicen son ciertas hasta el 6 de noviembre del 2008, pero esto no significa que yo sea una mala persona o un alma condenada al infierno. Tendré muchos defectos, pero igual o más cualidades para compensar mis fallas.

Para terminar, voy a emplear una frase con la que acabó mi maestra de quinto grado uno de los reportes, la cual, luego de leerla varias veces, no sé si fue un presagio, una solicitud a Dios para que «enderezara» mi camino o una felicitación. Espero que ustedes me ayuden a aclararlo.

«Les reitero que tienen un niño especial y ruego a Dios nos guíe y ayude en esta misión tan amplia».

viernes, 5 de diciembre de 2008

¿Usted quién se cree?

¿Qué piensa usted, perra, que me puede ningunear y me voy a quedar con los brazos cruzados?
¿Le parece honorable sentarse ahí con su trasero gigante a esperar que sea yo quien la llame?
¿Cree que porque necesito un trabajo voy a chuparle los zapatos y adorarle la popola?

Pues NO. Sepa que, al contrario de usted, yo SÍ soy una persona seria y no ando jugando a las escondidas ni al gato y al ratón. Es mejor que me vaya a un sitio donde realmente me aprecien porque, modestia aparte, usted ha perdido a un excelente profesional dentro de su planilla.

Ojalá que encuentre alguna marioneta a quien hacer como quiera, porque de fijo ese no soy yo. La dignidad no tiene precio, aún si uno es pobre y no trabaja en una transnacional. Sépalo: antes muerto que sencillo.

Suerte en su vida, le deseo todo lo mejor... eso sí, como las estrellas: ¡entre más lejos, más bellas!

lunes, 1 de diciembre de 2008

El sida y la Asamblea Prostituyente

A propósito del día mundial de la lucha contra el sida que se celebra hoy en el mundo, quiero contarles que toda mi vida he tenido pánico de una cosa: contagiarme de dicha enfermedad. Por eso en las 2 o 3 o 4 o 5 veces (mi vida sexual sucks, lo sé) que me han hecho una felación he sentido una tentación casi irresistible de ponerme un condón de sabores... pero supongo que no se debe sentir igual, ¡ja, ja, ja, ja! ;)

Bueno, ese no es el tema acá. La cosa es que hoy vi una nota en la versión digital de La Nación en la que se detalla que existe una intención de parte del presidente y su hermano para convocar a una Asamblea Constituyente. Y desde ese momento, el terror de infectarme quedó rezagado en un segundo plano.

Concuerdo perfectamente con que es necesario un cambio en los estatutos constitucionales, eso no lo discuto. El país se encuentra sometido a una maraña de instituciones que tutelan que haya transparencia y ética en los procesos gubernamentales, pero en la realidad la corrupción pulula por doquier, sin importar que haya pesos y contrapesos. A mi humilde e ignorante parecer, es necesaria una reforma del Estado, una de verdad, que empiece por cambiar a un modelo semipresidencialista o semiparlamentarista que facilite la toma de decisiones en aspectos referentes a la creación de leyes. A continuación, habría que acabar con la multiplicidad de labores que se reiteran en organismos del Estado para que solo una de ellas se encargue real y efectivamente de controlar a los capos de la mafia que tenemos como dirigentes políticos.

El asunto es que donde está metido ese par de mellizos unidos por la cadera y separados al momento de nacer, siempre hay algo podrido. Me resulta sospechoso que sean justamente ellos quienes deseen hacer la transformación, cuando este Gobierno ha venido tropezando una y otra vez en las cuerdas de la constitucionalidad. Incluso antes de ser electo mandatario por segunda ocasión, Óscar Arias nos ponía a pensar acerca de la validez jurídica de sus argumentos para lograr el visto bueno de la Sala IV. Habrá que imaginarse qué será capaz de hacer una vez que tenga todo el poder en sus manos para alterar el orden establecido según su parecer.

Para ir acabando, se puede ver que si uno se contagia del VIH está jodido, porque probablemente pierda el trabajo, la familia lo deje de querer y tenga contadas las horas de vida. Pero, si a los Arias se les antoja crear una nueva Constitución Política «a la medida» de sus mezquinos intereses habría dos opciones: bien acabamos siendo empleados de su finca (porque de seguro Costa Rica en eso se convertiría) o sino pasaremos a ser heavy users del Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en cualquiera de sus filiales en Nicaragua, Panamá, Estados Unidos y, con un poco de descuido, hasta China.

Y es por eso que le tengo más miedo a una Asamblea «Prostituyente» que a contraer el sida.